martes, 30 de diciembre de 2014

Tozal del Mallo - Faja Racón

Tozal del Mallo
El valle de Ordesa nunca defrauda. Hagas el camino que hagas, no deja de sorprenderte. Si ya te quedas boquiabierto con la multitud de alicientes que tiene la ruta clásica a la famosa Cola de Caballo por el fondo del valle, qué decir de la ruta que hoy os describimos.

En octubre tuvimos una perspectiva totalmente nueva del valle. Ascendimos al Tozal del Mallo (2254 metros), uno de los emblemas del Parque Nacional, por las Clavijas de Carriata, descendiendo a la vuelta por el paso de la Fajeta y la Faja Racón para volver por el Circo de Cotatuero.

Iniciamos la marcha en la pradera de Ordesa y retrocedecemos unos 800 metros por la carretera hasta llegar al centro de información para discapacitados llamado Casa Olibán. No hay que olvidar que el valle tiene un sendero adaptado para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar de este privilegiado entorno.

Ordesa desde la cima
En Casa Olibán tomamos el camino marcado como Tozal del Mallo – Circo de Carriata – Faja Racón. Desde el inicio, el sendero gana altura con zig-zags por un sombrío y fresco bosque. Tras unos 30 minutos, llegaremos a una cabaña abierta que, en caso de necesidad, sirve de refugio.

Al salir del bosque, el Circo de Carriata se abre y la silueta del Tozal comienza a cambiar a medida que ascendemos. Este paredón posee una belleza singular, una pared vertical con un cortado de más de 300 metros de altura muy frecuentado por los escaladores.

Seguiremos disfrutando de la panorámica mientras seguimos camino. Cuando llevamos una hora y 40 minutos llegamos a una bifurcación. Dejaremos atrás el desvío a la Faja Racón y el Circo de Cotatuero y seguiremos recto hacia las Clajivas de Carriata – Fajeta en dirección al Tozal y cruzaremos el barranco de Salarons.

Paredes de Mondarruego
El camino no ofrece lugar a dudas, desde el primer momento bien señalizado en cada cruce. Tras realizar el sendero una amplia curva llegaremos a una zona de trepe fácil, sólo con apoyar las manos es suficiente para salvarlo y llegaremos, en 50 minutos desde la anterior bifurcación, al desvío de la Fajeta, el cual dejaremos atrás y continuaremos hacia las clavijas.

Las clavijas de Carriata son dos tramos equipados que, más que complicados, impresionan por la sensación de altura. El primero de ellos es más sencillo y menos vertical que el segundo tramo, que consta de una chimenea vertical de unos ocho metros encajada en la roca. Chino chano, poco a poco, apoyando bien los pies y buscando agarres para las manos iremos ascendiendo uno a uno los clavos hasta superar esta prueba. Muy importante extremar la precaución en ambos puntos y evitarlos cuando no estemos seguros de poder salvarlos.

Clavijas de Carriata
Ya arriba, con la satisfacción de haber superado las clavijas, sólo queda seguir el sendero y disfrutar, sobre todo disfrutar. No todos los días te encuentras en lugares así. Divisaremos la Fajeta, por la que luego caminaremos, la Faja de las Flores, Ordesa con la pradera muy debajo de nosotros y algún que otro sarrio que nos da la bienvenida.

Tras cuatro horas nos plantamos en la cima del Tozal del Mallo, desde donde contemplaremos la entrada al valle de Ordesa desde la localidad de Torla, el curso del río Arazas, el pliegue acostado y los picos Mondarruego o Punta Escuzana (2848 metros), Gallinero (2752 m), Otal o Arañonera (2701 m), Tendeñera (2845 m), Cebollar (2179 m), Mondiciero (2295 m),  Litro (2019 m), Manchoya (2033 m), entre otros muchos. Al sur, la Sierra de las Cutas y Punta Acuta (2247 m). La panorámica es impresionante y la ascensión no es excesivamente dura para la recompensa que nos ofrece.

Paso de la Fajeta
Tras reponer fuerzas, comenzamos el camino de regreso. La vuelta, como ya hemos dicho, no la realizaremos por las clavijas sino por la Fajeta. Antes de llegar a la misma, nos encontramos con una zona de entretenidos y sencillos destrepes. El sendero desaparece pero los abundantes mojones nos ayudan a descender. Cruzaremos de nuevo el barranco de Salarons y poco después llegaremos a la Fajeta.

La Fajeta es un corto y expuesto sendero de poco más de un metro de ancho que sirve como alternativa a las clavijas y que está provisto de pasamanos. Discurre colgada por el borde del precipicio pero impresiona menos que desde arriba. Tras recorrerla, nos queda seguir el camino hasta llegar, en menos de dos horas de descenso, al inicio de la Faja Racón. 

'Rincón' de Faja Racón
Esta faja discurre colgada a más 1800 metros de altura por la base de las paredes del pico Gallinero y comunica los circos de Carriata y Cotatuero. Es un sendero cómodo, sin desnivel apreciable y con unas vistas preciosas del valle.

El nombre de esta faja se cree que está relacionado con un rincón de la misma, por el que discurre el barranco de l'Abellana. En aragonés, "racón" significa "rincón". Desde luego que este bonito rincón es digno de tener el privilegio de darle nombre a este sendero.

Tras una hora y cuarto llegamos al final de la faja pero, antes de continuar el regreso hasta la pradera, nos acercamos hasta el puente sobre el barranco de Cotatuero para contemplar a lo lejos la cascada, de más de 200 metros de altura. 

Barranco y Cascada de Cotatuero
Tras realizar las fotos pertinentes, continuamos descendiendo acompañados por el sonido de las aguas del barranco hasta la pradera, a la que llegaremos en poco más de una hora desde el puente anterior, y en la que ponemos punto y final a esta gratificante ruta tras aproximadamente ocho horas y media de camino.

A pesar de ser una ascensión, no vamos a catalogarla de dura. Los 930 metros de desnivel son bastante sencillos. La única precaución y dificultad de la ruta son los dos tramos de clavijas y el paso de la Fajeta. Por lo demás, es una ruta sencilla para disfrutar de la grandeza de este Parque Nacional. ¡Esperamos que os animéis a realizarla!

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